Murieron de pena

Autor:

 

 

Cuenta una leyenda que un científico prusiano, intentando analizar el papel de los padres en la vida de sus hijos, hizo este experimento.
Mandó a cinco padres que durante un tiempo se limitasen a mantener a sus hijos bien alimentados y limpios, pero no deberían hablarles o manifestarles ningún tipo de afecto.
Pasó un tiempo y los niños murieron de pena porque no fueron capaces de aguantar el dolor que les provocaba que sus padres no les acariciasen, tocaran, hablasen o dedicasen una sonrisa..