Parábola de una Cofradía de Semana Santa

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB



Maestro, en mi lugar de evangelización existen las Cofradías de Semana Santa. Pueden ser un fermento magnífico para tu reino, si viven a fondo el Evangelio. Si no, se quedan en puras y ricas manifestaciones de arte y riqueza que ni tú ni la gente ve con buenos ojos. Estoy en la alternativa de decir sí a su existencia en la parroquia o colegio, o decir no.
- Señor, ¿ qué hago?
.- No te apures, discípulo querido. Te vuelvo a recordar que emplees mi palabra revelada.
-¿En dónde la puedo encontrar? ¿Tan poco la meditas? ¿ A quién se parece un cofrade? A un cofrade lo compararé con una persona concorde, compasiva, fraternal, misericordiosa y humilde.
Es una persona cofrade solícita por el bien. Esta es la cuestión fundamental. Si no hace el bien, no vale nada más que para lucirse. Y eso no es evangélico.
¿Las eliminarías tú, Maestro?
- Una Cofradía que no vive esta realidad evangélica en profundidad es una simple manifestación sin corazón en sus cofrades. Se puede eliminar. Ya lo he dicho.
- Por el contrario, una Cofradía que cultiva el mismo corazón, que hace el bien a la parroquia y a los pobres, es una nueva forma de anunciar mi reino y la novedad de mi nuevo estilo de vida, basado en la compasión, en la esperanza viva y en el yunque de una fe recia para los cofrades y para quienes los contemplan. De ellos podría decirse como de los primeros cristianos: "Mirad cómo se aman y quieren al Señor incluso en las calles".
¿Cómo vives tu fraternidad en tu Cofradía?
ORACIÓN DEL DISCÍPULO: Maestro, ya ves que tenemos nuevos elementos de evangelización pero, en general, mal empleados. Se han ido deteriorando de su prístino fervor para que quedar- ¡ qué pena!- en puras y plásticas manifestaciones de tus imágenes. No estoy contra su supresión sino por su revitalización para que sean medios de evangelización en esta sociedad. Más vida evangélica y menos riqueza ornamental.
PRECES
- Por la juventud: para que dé una nueva vida evangélica a las Cofradías, roguemos al Señor
Señor, unidos a las Cofradías renovadas, te decimos: Padrenuestro