Parábola de una carta alegre

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB



Maestro, en mi trabajo pastoral con la gente, recibo cartas de vez en cuando. No las cartas de bancos, de gas, electricidad o de seguros, sino cartas de personas que piden una orientación espiritual. Son pocas. Hoy se estila el teléfono mucho más. Sin embargo, como discípulo siento placer en contestar estas cartas. Me acuerdo de tus apóstoles y sus cartas.
-¿ Cómo escribirlas, Maestro?
- Procurad que sean cartas espirituales.
- La gente que escribe a mis ministros- salvo algunas con malas intenciones- busca consuelo espiritual.
- Una de mis últimas cartas ha sido para animar a una viuda pobre a que viva colmada con la alegría que das tú a quien confía en ti.
- Ya ves. En lugar de escribir lamentos, le he dicho que tu alegría la plenifique de tal modo que viva ahora más profundamente identificada con tu Evangelio y se entregue a ayudar- dentro de su pobreza económica- consolando espiritualmente a los otros.
- Muy bien. Es la parábola de la pobre que enriquece a los pobres en afectos y escasos en el conocimiento de mi mensaje.

¿Escribes cartas espirituales?

ORACIÓN DEL DISCÍPULO: Maestro, me siento alegre por esta carta. Comprendo que tus discípulos tenemos que valernos de cualquier medio para llegar a la gente con tu mensaje de salvación.
Con unos minutos de mi trabajo, he alegrado a esta pobre viuda y , con tu auxilio, la he metido a trabajar en tu reino. Mándale tu auxilio para que no desfallezca de su empeño evangélico. Gracias.

PRECES

- Por la juventud: para que escriba cartas espirituales al amigo que sufre, en lugar del teléfono, roguemos al Señor
- Añade tus intenciones

Señor, alegre por las cartas espirituales que escribimos, te decimos: Padrenuestro