Parábola del seguimiento radical

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

      

El Maestro, a lo largo de sus enseñanzas acerca del reino y  de la vida nueva que quiere que vivan sus seguidores, nos dijo claramente:

- Deseo que la gente que me siga, posponga  todo: padre, madre, hijos, mujer, hermanos y hermanas y hasta su propia vida. De no ser así no puede ser mi discípulo.

Quien no carga con su cruz y me sigue no puede ser mi discípulo.

-     Los discípulos se alegraron porque, de hecho, ya habían hecho lo que acababa de decir.

-    Pero pensando en la gente normal, le dijeron: ¿ No te parece  que eso es pedir demasiado?

-    No os toméis las palabras al pie de la letra.

-    Lo que quiero deciros es que sea el estado que el hombre o la mujer escojan, el centro de sus vidas lo debe ocupar el Maestro.¿ Entendéis ahora?

-    ¿Por qué marcha el mundo como marcha? Porque mi reino, mi persona y la de mi Padre no son centro ni eje sobre quienes giren las actividades del hombre.

-   ¿Es Dios el centro de tu vida?

 

ORACIÓN DEL MAESTRO: Padre, sé que he sido duro en presentar a la gente nuestro mundo y el que les prometemos. No  podemos andar con medias tintas. O nos siguen con todas las consecuencias de la fe, o no tienen nada que hacer. No se trata –salvo en casos excepcionales – de abandonar a los seres queridos. Se trata de que debemos ser el centro de su crecimiento humano y espiritual. 

PRECES: 

-    Por la juventud: para que dé de sí  todo el potencial de vida que llevan dentro para la causa de Dios y del mundo, roguemos al Señor

-   Añade tus intenciones

 

Señor, contento por tu radicalidad, te digo: Padrenuestro